domingo, 7 de enero de 2007

EL ZODIACO (1)

Las constelaciones de la eclíptica
A.B./R.B.
©
In principio creavit Deus caelum et terram.
Terra autem erat inanis et vacua,
et tenbrae erant super faciem abysi;
et Spiritus Dei ferebatur super aquas.
Dixitque Deus: Fiat lux. Et facta est lux.
...
Al principio creó Dios el Cielo y la Tierra.
La Tierra era una soledad caótica
y las tinieblas cubrían el abismo,
y el espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Y dijo Dios: "Hágase la luz", y la luz fue hecha.
(del Génesis 1:1)

Desde que se conocen datos históricos, siempre la humanidad se ha sentido atraída por el firmamento estrellado. Esos puntos brillantes que una vez llegado el crepúsculo empiezan a aparecer cubriendo toda la bóveda celeste.
Las civilizaciones antiguas imaginaban ojos, manos, armas, ..., formas muy variadas uniendo con líneas imaginarias los puntos brillantes más sobresalientes y así fueron naciendo las constelaciones, las leyendas, los dioses y, con todo ello la mitología, muy ligada siempre a los astros.
¿Qué sabe hoy el hombre de la ciudad, de las estrellas? Apenas puede percibirlas entre las luces y brumas de sus calles. Para nuestros antepasados, las estrellas eran escenas de cuentos y leyendas misteriosas de dioses, héroes, gigantes y demonios.
Allí está el cazador Orión defendiéndose del Toro con un escudo por delante y sus perros siguiéndole; Perseo, hijo de Zeus, con la cabeza de Medusa; cerca está Andrómeda encadenada a la roca; Thor lanzando al cielo los ojos del Gigante, hoy convertidos en Castor y Pollux;...
Antes de entrar en el asombroso descubrimiento de Hiparco de Nicea en Siglo II antes de Cristo. (¿? año 145 a.d.J.), vamos a presentar algunas concepciones del mundo antiguo.
Unos 300 o 400 años antes de Jesucristo ya hubo algunos sabios en Grecia y entre los árabes que determinaron la distancia a algunas estrellas, y un discípulo de Pitágoras dedujo que la tierra no era un disco sino una esfera como podía verse en los eclipses de luna.
El mundo no estaba en condiciones de entender esto y el incendio de la biblioteca de Alejandría debió hacer que se perdieran a mayor parte de estos trabajos.

El mundo de los babilonios
Un ejemplo puede bastar para tener una idea de como se concebía el Universo en la India Antigua y en Babilonia.
Merece mención especial la curiosa concepción babilónica del mundo.
Es una bóveda sobre el mar del que emerge una corteza montañosa sobre la que vive el hombre y que en su interior está el mundo de los muertos. Otra bóveda superior sujeta el cielo lleno de agua y sobre esa bóveda caminan las estrellas. Entre la roca y la bóveda del cielo está el aire por donde caminan el sol y la luna

Cambises.
Cambises rey de Persia hacia el año 560 a.d.J., siguiendo la tradición babilónica de estudio de las estrellas, hace coincidir con los doce meses del año doce de las constelaciones que se ven en el cielo por el camino del Sol. Así establece lo que hoy conocemos como Zodiaco que es una banda de unos 17º de ancho montada sobre la eclíptica (± 8º 30') y cuyo nombre se debe al gran número de constelaciones con nombres de animales. El ZOO del cielo.
En aquella época, el equinoccio de primavera se producía cuando el sol se encontraba en la actual ascensión recta de la Eclíptica de 2h 36min, o bien 36 días sobre el equinoccio actual (ahora 27 de abril) hacia el centro de la constelación de Aries.
El cielo que Cambises veía el día 21 de marzo era con gran aproximación el que hoy vemos el día 27 de abril.
Se ha escrito mucho sobre la influencia china en la cultura babilónica, Parece ser que unos 2000 años a.d.J, un emperador chino mandó ajusticiar a dos astrónomos que olvidaron predecir un eclipse solar. Esto era muy grave pues en los eclipses, se ordenaba a todo el pueblo que hiciera gran ruido con todo lo que tuviera a su mano para que el gran dragón que se había tragado al sol lo devolviera. Si no se hacía así el sol podía desaparecer para siempre.

El mundo de Ptolomeo.
La concepción del mundo que persistió hasta Copérnico, se debe a Ptolomeo que vivió en el siglo II. Para él nuestro sistema solar tenía un centro que era La Tierra. A su alrededor giraban el Sol, la Luna y todos los planetas conocidos en aquella época.
Las órbitas corresponden a los astros siguientes:
La Luna, Venus, Mercurio, El Sol, Marte, Júpiter y Saturno. Detrás estaban las estrellas.

(Próximo capítulo: LOS CIENTÍFICOS DEL UNIVERSO)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

quiero más

una madrileña dijo...

Pos claro que dejaron varias cosas para ti, amos, faltaría mas, me voy a olvidar yo de ti. ¿Cuando vienes a recogerlas? y a merendar, ta claro.
Besos.

L'Almadrava dijo...

Hola chupi ¡¡
No sé quien eres, igual lo intuyo pero por si acaso no me arriesgo, de todas formas, UN BESOTE ¡¡